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Depresión y el Ayurveda

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Del libro Psicología y Ayurveda del Dr. Fabián Ciarlotti

La depresión es un Desequilibrio de Tamas Gunas asociado a la fuerza Kapha (elementos agua y tierra) por mal uso del intelecto y los sentidos. Según el Ayurveda, la depresión crea una toxina de cualidad pesada, pegajosa, lenta y húmeda, como los elementos agua y tierra de Kapha. El sabor dulce también está compuesto por los elementos agua y tierra; lo cual induce el aumento de la fuerza Kapha, pues lo parecido incrementa lo parecido. Por otro lado, la mayoría de los antidepresivos promueven la ingesta de dulce, haciendo que se forme un círculo vicioso de retroalimentación negativa. 

En el sistema médico de la India, las Gunas son la base para las distinciones en el temperamento humano y diferencias individuales en disposiciones psicológicas y morales, llamadas sattva, rajas y tamas. Para el Ayurveda la Triguna constituye el componente integral de la mente así como la Tridosha (Vata, Pitta y Kapha) constituyen el componente integral del cuerpo humano

En el plano mental y astral, las tres gunas corresponden a los tres humores que forman la constitución mental.

Estamos formados de manera racional y científica, enfocados a mirar hacia el exterior, careciendo de la capacidad de percibir las fuerzas sutiles ocultas en el mundo que nos rodea. Sin embargo, para cualquier posibilidad de sanación mental auténtica, debemos entender estas fuerzas y aprender a trabajar con ellas, tal como existen, no sólo en el mundo, sino también en nuestra propia psique.

Para el Ayurveda alimento es todo lo que entra por los sentidos, por lo tanto el consumo de alimentos con sabor picante son un buen impacto rajásico para el depresivo ya que estimulan el movimiento. así de esta manera se puede pasar de una cualidad tamásica (depresiva) a la sattvica (felicidad pura y bienaventuranza). Pasar por lo rajásico, es decir, el movimiento, permite “sacar” al deprimido del estado de adormecimiento y letargo.  Como ejemplo el Ayurveda propone incrementar los sabores equilibrantes de Kapha, como el amargo, el astringente y el picante y disminuir los que lo agravan, es decir los sabores “pesados”, como el dulce (el más pesado de todos), el salado y el ácido.

Estimula la mente a través de los sabores

Por otro lado, es necesario sacar del cuerpo la toxina mental; de otro modo, no hay tratamiento posible. Si la toxina no se puede sacar con métodos alimenticios, cambios de hábito y cambios de estados mentales, existen métodos más profundos como enemas, purgas, instilaciones nasales, sangrías y vómitos, que el Ayurveda llama Panchakarma (“cinco acciones”) y que dependerá del dosha en cuestión, la época del año, los antecedentes y su estado actual, entre otros. Lo que sí es cierto, sea necesario o no el Panchakarma, es que la alimentación y los hábitos juegan un papel crucial. 

Es importante “despertar” al deprimido con acciones como deportes, música, arte terapia, dormir poco, no tener mucho tiempo libre, meditación, ludoterapia (juegos) y vida al aire libre. La terapia artística puede concretarse a través de la danza, la pintura, la música, la escultura, la poesía y la meditación. Es una buena manera de bajarse un rato del ritmo de vida estresante que llevamos.

Es una terapia preventiva, curativa y sanadora. No sólo se la orientará hacia el arte en sí, sino también hacia su entorno y alimentación. Si el deprimido se encuentra en un hospital, se debe modificar la visión deprimente que tiene: que no sólo vea aparatos de medicina, sino también cuadros, flores, esculturas y música. La misma recomendación en su casa, trabajo, etc.

Cuando existe depresión, la comida tamásica a evitar son los embutidos, los enlatados, el fast food, el microondas, las carnes rojas, el cerdo, las grasas y aceites, lo rancio, lo crudo, lo recocinado, lo recalentado y lo procesado. Si bien lo rajásico no es lo más conveniente, sino lo sattvico, para salir del estado tamásico es necesaria una dosis rajasica o de acción, tanto de hábitos como de alimentos (por ejemplo, a través del consumo de café, té, picante, ajo, cebollas u otras bebidas y comidas estimulantes). Siempre y cuando, este en acompañamiento de un buen vaydia o médico ayurvédico.

Rompiendo Tamas se desarrolla Rajas, calmando luego a Rajas se desarrolla Sattva. Por ejemplo, el simple hecho de ir a correr es una gran herramienta rajasica para estados tamásicos del ego-ahamkara como depresión o gula. El auto-conocimiento sattvico no puede comenzar directamente desde tamas, esto significa que a veces una persona no puede simplemente sentarse meditar, porque no posee en ese momento la fortaleza y claridad mental para comprender lo que sucede en su mente y mas aun cuando se encuentra en un estado depresivo donde su yo (ego) esta siendo atacado y lastimado.

Todos los problemas psicológicos no son más que un mal manejo de la mente”.
David Frawley

Ayurveda trabaja con la mente y los sentidos para promover el consumo adecuado de impresiones a través de diversas terapias sensoriales. También trabaja para incrementar Sattva en nuestra conciencia a través de los principios de la vida espiritual, el mantra y la meditación. La Asesoría Ayurvédica es muy práctica y consiste en diversas prescripciones para cambiar la forma en que vivimos ya que tiene una naturaleza educativa: el terapeuta ayuda al paciente a aprender cómo funciona la mente y el cuerpo de tal manera que pueda utilizarlos correctamente. De este modo, el paciente se convierte en estudiante y la terapia es un proceso de aprendizaje.

Ayurveda no ve a alguien afectado por un problema psicológico como una persona mala o perturbada, sino como alguien que no entiende cómo utilizar su mente de manera correcta

Recuerda que nuestra mente estará influenciada de acuerdo a nuestras acciones, comportamientos, lo que comemos y las personas que nos rodean, si sientes que estas en un momento de confusión y oscuridad no dudes en pedir ayuda de las personas que te rodean para asi tener el acompañamiento profesional necesario. Todo en la naturaleza esta en constante movimiento y aunque no parezca esto también pasara.

Namasté

Mari

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